Las abuelas ya se sabe que son completamente capaces de hacer cualquier cosa por un nieto, y las madres por los hijos, pero hasta puntos tan insospechados como este, la verdad es que se hace bastante difícil de asimilar. Un joven y alocado nieto acude a casa de su abuela para explicarle el problema que tiene que no es otro mas que no consigue follar con ninguna chica desde hace algún tiempo y que está de los nervios por ese motivo. Su abuela, sonríe y le recuerda cuando ella era una jovencita que le pasaba lo mismo. Pero es que ahora también está igual, porque desde que enviudó hace un montón de años, no cata polla de varón llegando incluso a olvidarse y tener que renunciar a uno de los mayores placeres de la vida, como es el sexo. Así que ambos con el mismo problema y en un momento de confianza, la abuela le propone hacerle un apaño con la firme promesa de que ese gran secreto y lo que van a hacer a continuación, jamás salga de esas cuatro paredes bajo ningún concepto, ya que provocaría la desaprobación y el enfado del resto de la familia y vecinos del barrio.