Su madre sigue estando muy buena
- 18259
- 0

Es por esto que un tío treinteañero no debe vivir en casa de su padre a esa edad, sobre todo si su progenitor se casa por segunda vez y lo hace con una madura rellenita con unas tetas de infarto, grandes y tiesas que van provocando todo el rato. El tío ya se levanta empalmado cada día, pero cuando llega a la cocina y ve a su madrastra agachada enseñado muslamen y canalillo, siente que la polla le está a punto de reventar. Hasta que un día la señora se dio cuenta, comparó el rabo joven de su hijastro con el flácido de su marido, y acabó comprendiendo que tendría que hacer un poco de incesto para que su vida sexual fuera más emocionante.