convenciendo a su hermana para follar
- 40685
- 0

No hay nada más agradable que despertarte con el suave sentir de una lengua en tu polla, mientras pega delicados lengüentazos en tu glande, no cambiaría esa sensación por nada. La verdad es que durante unos minutos me siento en la gloria, pero una vez que esa mamada ha ejercido su magia y me he corrido de puro gusto, empiezan los remordimientos, porque la dueña de esos labios es mi propia hermana, que de repente se ha enviciado por comerme la polla cada vez que tiene ocasión a primera hora de la mañana. Ojalá pudiera encontrar algún argumento de peso para evitar que lo hiciera, pero por ahora solamente el del incesto entre hermanos no me parece suficiente.