Hace algún tiempo que mi hermana descubrió por casualidad el tamaño de mi polla, cuando coincidimos en el cuarto de baño y ella se estaba duchando. Desde aquel día, no para de perseguirme por la casa cuando no están nuestros padres rogándome que se la deje ver bien de cerca porque era algo espectacular. Lo que ocurre es que cuando le dejé tocármela, ya no la quería soltar.